lunes, 6 de junio de 2011

De cómo nos salvamos (creo) de la Falange y porqué no escribo aquí con regularidad

Resulta que en esta apartada orilla de Narnia, las ondas hertzianas hacen efecto con el metano desprendido de las vacas y con las persianas de tal modo que los únicos métodos para conseguir Internet aquí son:

 1.- Bajar las persianas en día de tormenta

 2.- En una peligrosa emboscada ninja lograr la contraseña del wifi del CAPI/ Sitio con ordenadores donde se refugian los niños gángster de este puto reducto de latifundio.  

 3.- Mudarte

 De aquí el hecho, porque seguro que mi seguidora estaba en un sinvivir, por el cual escribiré una vez cada 70 años, cual cometa Haley.